La Guardia nocturna de nuestro cuartel siniestrado (Gral. Parra 365) estaba habilitada para 10 guardianes, y llevaba funcionando desde el año 1982 al mismo día del incendio, se encontraba ubicada entre el primer y segundo piso.
Actualmente, en el Cuartel provisorio de calle Simpson 169, se habilitó gracias a donaciones de empresas amigas y labores de los mismos primerinos, una guardia nocturna para 8 voluntarios. Ubicada en el segundo nivel, donde a pesar de los malos momentos vividos como compañía, se siguen realizando roles nocturnos.
En ella han pasado una gran cantidad de Voluntarios prestando servicios de una forma desinteresada después de sus labores cotidianas, logrando así bajar el tiempo de respuesta a las emergencias nocturnas que se presentan, cumpliendo a cabalidad la labor que voluntariamente nos hemos impuesto.
La Guardia Nocturna de nuestra Compañía se inició el 14 de Junio de 1982 a raíz de que las bajas temperaturas del invierno de ese año dejaron fuera de servicio la sirena del Cuerpo de Bomberos, debido a lo cual fue necesario formar una guardia de emergencia para enfrentar cualquier siniestro que pueda producirse principalmente en horas de la noche.
Su principal función ha sido desde el comienzo y hasta los días de hoy estar siempre preparados en el mismo cuartel al objeto de salir ante una emergencia reduciendo el tiempo de respuesta, llegando al siniestro con todo su material y siendo apoyados posteriormente por los demás carros y voluntarios que lleguen al lugar. Otra de sus misiones es salir a emergencias tales como principios de incendios en forma silenciosa, de manera tal de no tener que recurrir a la alarma pública y movilizar todo el material mayor y humano con la que cuenta nuestro Cuerpo de Bomberos de Coyhaique.
Durante los años 1982 y 1983, ésta fue abastecida gracias al desinteresado apoyo de locales comerciales de la ciudad quienes aportaban los víveres necesarios para que la guardia funcione de una forma óptima. En esos años la guardia estaba compuesta por un maquinista más tres voluntarios y funcionaba en nuestra actual sala de sesiones. Los guardianes debían recogerse a las 22:30 hrs y se retiraban a las 09:00 hrs del día siguiente. Un televisor blanco y negro de 14″, una radio AM más un juego de naipes sumados al entusiasmo y buena disposición hacía menos difícil el cumplimiento de las guardias.
Durante la pandemia por COVID-19 nuestra guardia nocturna, junto al material mayor H-1, fueron claves para la pronta respuesta ante emergencias. Su principal función era descontaminar tanto las herramientas utilizadas en cada emergencia, como los bomberos y bomberas que participaban de ellas, además (de ser necesario) descontaminar espacios abiertos y cerrados cuando era solicitado.